4.8.11

Sobreviviendo.

 Me preguntaron cómo vivía, sobreviendo dije.

Pero es inútil hablar con expectativas y esperanzarse en variables. Al fin de cuentas, las operaciones que más valen la pena son vivir y disfrutar, ¿de qué otra manera se logra el resultado de una hermosa vida? Ni la más gloriosa catedral en honor a la luz puede apagar el encierro de la oscuridad, y así un sin fin de acantilados de silencios no pueden ensordecer los gritos de la verdad ni ensegecer a los ojos de la soledad. Del otro lado del espejo, sin más, observé y nunca más logré volver ... todo lo atractivo y lo incierto lo encontré, perdido y resuelto a través de bosques y milagros sin resolver. Allí donde no hay reglas y todo es surreal, donde los transitables caminos de la fé no están unidos sino a los de la ciencia y los del cariño se confunden con el amor, no existe el odio y está prohibido olvidar porque cada momento nos hace mejor persona. Experiencias, de lo que nos llenamos y desvivimos al mismo tiempo.

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