La decisión

 Más difícil

 Y sería un lunes. O bien podría esperar, resistir las ancias y la tentación de escupir las palabra que me hacen prisionero en mi propio cuerpo. O ser libre, volar hasta que el infinito se haga cenizas y desembocar en un mar de vicios pero reluciente en belleza, que me abreze y me aconseje como una dulce e inteligente musa, que sea mi inspiración para la cruel vida, para un sendero de espinas y un canto seductor mortal.
Injusticias, inmoralidades y de otros delitos. La balanza se escapó por la puerta del abismo y el balance se desvaneció con el valor de los sentimientos. ¿Dónde se habrá escondido la verdad, la fidelidad y el amor a los principios? Es que no hay otra cosa que ver sino muerte, agonía y bordes de sangre. Las lágrimas que derramaré sobre la triste tierra serán frutos de la soledad, alimento de la angustia y un tributo al cielo, cuyos milagros aún desespero pero no encuentro ¿estarán en la persona equivocada en tiempo equivocado? No queda más límite que romper y cuando llegas a la meta final, descubres que lo impresionante ya no era tanto como lo esperabas sino una realidad más placentera. ¿Es eso envolverse en un sin fin de mundos e ilusiones? ¿O agudizar la óptica de la vida y la muerte? Aún busco la respuesta.