16.7.11

Ser comprensivo.

 Y no decaer.
Me falta la gente que quiero pero estar solo es también lo que quiero. ¿No te gustaría ... solo por un momento respirar aire en un campo abierto y que al despertar de un sueño infinito, encontrarte con la luz más pura y cálida que una luciérnaga te puede compartir? Atraparte en un laberinto de amores correspondidos y aparecer en un paraíso de acres, soleado y que el verde aplaste cualquier otro color. Ser el átomo inicial para cualquier fórmula de la felicidad o fluir con el lleno de energía como el pétalo lo arrastra el viento. Tal vez estoy equivocado, pero reconozco lo que es la felicidad, la confianza y la libertad, supongo que estas tres analogías irían de la mano con cada uno de esos bienes. Ser comprensivo a la hora de oír y aceptar, no tratar de agredir en contra de nadie ni nada, porque eso envenena y al tiempo, mata. Hoy ya somos grandes y decidir está en nuesto armamento de defensa, así que ... ¿qué esperás? Salí y adiviná a qué camino pertenecés vos.

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